Decisiones del
escritor en la textualización
Etapas de la escritura
- Planificación: generación de ideas, organización,
     formulación de objetivos.
 - Puesta
     en texto: proceso que
     corresponde a la construcción de un texto aceptable, comunicable y eficaz.
 - Revisión: evaluación de lo hecho, corrección
 
En la traslación de las
ideas planificadas a palabras, el escritor tiene que tener en cuenta al lector
modelo o auditorio al que se dirige y el portador social donde el escrito será
publicado (situación retórica). De
acuerdo a estas limitaciones del contexto y a sus objetivos comenzará a escribir. Para ello seleccionará el registro y las palabras más adecuadas y las ideas
que irá poniendo. Es probable que también rectifique lo planificado.
Al escribir, se deben
tomar decisiones en distintos niveles: pragmático
(situación retórica, intencionalidad), semántico
(elección del tema) y de superficie
(aspectos relativos a la cohesión textual (conexión entre los elementos
semánticos y sintácticos). 
Coherencia textual: macroestructura –
informatividad - superestructura
Todas las decisiones que
el escritor toma en la textualización tienen que ver con el intento de sostener
la coherencia (un sentido claro e
inteligible) de la escritura. Esto implica sostener el tema en su desarrollo, atender a las restricciones que impone la superestructura o género elegido,
asegurarse que la información del
texto avance cohesionar los elementos semánticas del texto, conectar los datos
de manera implícita o explícita, planificar las oraciones, seleccionar el
léxico y registro, y demás.  
Se trata de construir un
texto que guíe en su lectura al lector y lo ayude a seguir el hilo del
discurso. 
El escritor debe sostener
el tema del texto, es decir lo que produce tiene que tener unidad semántica.  Se llama macroestructura
a la unidad semántica de un texto. Es lo que permite que un escrito aparezca
como un todo coherente.
El escritor, en este
sentido, tiene una doble función: debe hacer avanzar o desarrollar el tema del
que escribe y , al mismo tiempo, debe regular que no se pierda en el cúmulo de
informaciones que se da.
La coherencia  puede ser 
global o lineal. La  coherencia
global está   dada por la progresión temática y controlada por la macroestructura o tema general de un texto.
Cada microestructura, o unidades de sentido
menor que  pueden coincidir con el
párrafo en un texto, deben estar conectadas con la estructura global o macroestructura desde el punto de vista
semántico.
La coherencia lineal  establece los vínculos semánticos de pertinencia
entre las diversas proposiciones de
un texto 
[secuencias]. 
 Se llama coherencia
funcional al vínculo que se establece en una secuencia cuando una
proposición explica, contrasta, corrige
o presenta una alternativa con respecto a la proposición anterior.
Juan llegó
tarde. Tenía que pasar por la casa de  
su abuela antes de venir para acá. (explica)
Juan no pudo ir
al cine. Miguel sí. (contrasta)
No desprecio tu
invitación. Me siento mal y no estoy en condiciones de salir. (corrige)
Pedro estudió
toda la noche. Podría haber estudiado de mañana. (presenta una alternativa)
Se llama coherencia condicional cuando entre una
proposición o la que la sigue se establecen vínculos de causalidad o consecuencia..
Juan regresó
tarde porque se quedó con los amigos. (causalidad)
María bailó
tanto que se ampolló todos los pies. (consecuencia)
La coherencia
local está controlada por la coherencia global, que surge de la hipótesis que
el lector elabore con respecto a cuál es la macroestructura del texto [tema general].
Es la fidelidad a este tema la que va controlando qué se  puede incluir en un texto y qué se debe
desechar porque no es relevante o no está conectado con él.
Es condición de todo
texto la informatividad, es decir, el equilibrio entre lo conocido y lo
nuevo.  En el intento de lograrla el
escritor se debate entre el sobrentendido y la redundancia.  Está lo que se dijo en el texto y lo que se
presupone que el lector ya sabe. El avance de la información no solo tiene que
ver con lo dicho sino con lo presupuesto, que deberá reponer el lector en su
lectura. El contenido de un texto siempre es una interacción entre lo que dice
y lo que no dice (lugar del lector).
Hay diversas maneras de
hacer avanzar el tema. En un texto narrativo se lo hace agregando sucesos que
tienen una relación lógica entre ellos. En una noticia, a través de relaciones
temporales, lógicas y de una jerarquización que va de lo general a lo
particular en cada proposición.  En un
texto expositivo, a partir de la expansión y amplificación del tema (por
ejemplificación, justificación, paráfrasis, etc.)
Así como la
macroestructura es el resumen o la estructura de significado de un texto, la
superestructura es un conjunto de convenciones que son reconocidas por su uso
social y sirven de marco tanto para la lectura como para la escritura
(convenciones de género o de formato, constituyen horizontes de expectativa del
lector y del escritor). Hay macroestructuras más flexibles (nota periodística)
y otras fuertemente convencionalizadas (contrato). Por esto, el escritor
atiende simultáneamente a la organización del contenido que quiere comunicar y
a las convenciones de la superestructura, propia del texto que escribe. 
·       
Modos de hacer progresar o avanzar el tema:  incluir voces o discursos ajenos
La voz ajena, diversa de la voz del sujeto de la enunciación, rompe la
continuidad del discurso. Por esto es necesario marcarla a través del uso de comilla
o de algún recurso  tipográfico
que advierta de su presencia en el texto. 
Otra manera de incluirla, cuando se trata no solo de una palabra sino de
un enunciado más completo, es a través de tres estrategias: 
- uso
     de discurso directo
 - uso
     de discurso indirecto
 - uso
     de discurso indirecto libre
 
Cada uno de estos
discursos tiene características propias. En el discurso directo se mantiene la
autonomía de la voz ajena por eso se la cita entre comilla y se emplean los dos
puntos (Juan dijo: “no iré”). En el
discurso indirecto la palabra del otro es incluida en la propia usando una
subordinada y alterando el tiempo del verbo en lo que se dice que dijo (Juan dijo que no vendría). El discurso
indirecto libre se usa en literatura y consiste en usar el discurso indirecto
pero suprimiendo las marcas que lo anuncian (no vendría).
·       
Estrategias de legibilidad textual
Dividir el texto en
párrafos, poner título a las diferentes partes del escrito, destacar de algún modo zonas del texto (cambios tipográficos,
subrayado), usar conectores que expliciten el tipo de relación entre las partes
del discurso o cómo se organizó (en la primera parte…. en la segunda ….),
recapitular, etc. son estrategias para hacer más claro el sentido de un texto. 
La división en párrafo
ayuda a la lectura porque supone una distribución gráfica en la hoja y espacios
en blanco que pueden ser los lugares en que el lector se detiene para
reflexionar, antes de seguir leyendo.
Los párrafos iniciales y
finales son de vital importancia. El comienzo de un texto condiciona todas las
elecciones siguientes y es el que juega con la posibilidad de atrapar al lector
e interesarlo. 
El párrafo final o
epílogo tiene que ver con la necesidad de poner una clausura al texto, y hay
varios recursos que anuncian el fin: la síntesis de lo desarrollado, una
conclusión, un interrogante que vuelva sobre lo dicho o refuerce el
sentido.  El final debe sostener la
coherencia de todo el escrito. 
·       
Cohesión textual
Así como la coherencia
tiene que ver con la “profundidad de un texto”, la cohesión se relaciona con su
“superficie” (son metáforas el texto no tiene 
carozo como el durazno es una cebolla). 
La cohesión es
un fenómeno que establece relaciones  en
forma de red  en la superficie discursiva
del texto. Si bien la cohesión  establece
relaciones de carácter semántico, a nivel del significado, se manifiesta a
nivel gramatical [morfosintáctico] y léxico [vocabulario].
Entonces podemos
decir que el concepto de cohesión es semántico, se refiere a las relaciones de
significado que existen dentro de un texto y que lo definen como tal. La
cohesión se produce cuando la interpretación de algún elemento del texto
depende de otro elemento. Cuando ocurre esto se produce una relación cohesiva
entre el elemento que presupone  y el
elemento presupuesto.
Sin cohesión no
hay texto. Un discurso sin cohesión 
estaría constituido por una serie de palabras  inconexas entre si.  La cohesión es una relación entre
proposiciones que constituyen una secuencia a nivel semántico.
Operaciones
de cohesión :
Lave seis manzanas.
Póngalas en una fuente para hornear.
En la segunda
oración queda claro que “las” se refiere anafóricamente
a  la palabra “manzanas” .  Decimos, entonces, que  estas dos oraciones se pueden interpretar
como un texto porque  hay entre ellas una
relación de correferencialidad: las es
el referente y  manzanas lo referido.
Lave seis manzanas. Ponga  las manzanas  en una fuente para
hornear. 
En este
ejemplo  la cohesión se produce por
repetición de palabras acompañadas por un artículo determinante las. Una de las funciones del artículo es
señalar la identidad de una palabra con otra que ha aparecido anteriormente.
Se llama ligadura a la relación de dos elementos
cohesivamente relacionados. 
Clases de
cohesión
a. Cohesión gramatical:   referencia
                                          
elipsis
b. Cohesión léxica:            conjunción
                                          reiteración
de palabras idénticas, sinónimos, metáforas, etc.
# A veces el tono puede ser un elemento de cohesión,
en el discurso oral.                                          
a. Cohesión gramatical
A.1.
Referencia 
Existen cierto
tipo de palabras que no tienen significado propio sino que necesitan otro
elemento para poder ser interpretados, o para saber a qué se refieren. Estas
palabras son los pronombres personales,
demostrativos, relativos, posesivos, etc. [ clase de palabra a nivel
semántico].
La referencia
puede ser endofórica, dentro del mismo texto, o exofórica con respecto al
contexto.
Tres ratones
ciegos. Míralos cómo corren.   Los   a  tres ratones ciegos
El señor Pérez
fue al campo en un día de lluvia y se metió en el barro hasta la cintura. Nunca
más quiso regresar allí.   Allí se refiere a campo
Había dos
pájaros en un árbol. Llegó otro y fueron tres.      Otro
 se refiere a  campo                   
Estos pronombres
indican que la información debe buscarse en 
otro lugar.
A.2. Elipsis 
Se refiere  a aquellos casos en los que hay un elemento
que sirve como fuente de información de lo que falta. Siempre que hay elipsis
hay un vacío que debe llenarse con información. La elipsis puede ser  nominal, verbal, proposicional y oracional.
Cuatro perros lo siguieron y después otros cuatro. 
Cuatro actúa como núcleo por elipsis de perros, en  la segunda proposición.   Elipsis nominal
Tu amigo se
recibió de abogado en tres años. Es muy estudioso. Hay una construcción entera
elidida : [ tu amigo] sujeto tácito,
en la segunda proposición     elipsis proposicional
-¿Has  nadado ? 
- Sí.    Aquí hay elipsis verbal [ he nadado]
b. Cohesión  
léxica
A.3.Cohesión
por reiteración
En este caso el
efecto cohesivo se logra por la selección de vocabulario.
El ministro renunció. No el hombre no lo hizo.
A.4. Cohesión
por conjunción
Principales conectores: los
conectores  expresan relaciones
semánticas entre oraciones. Constituyen una de las estrategias más ricas de
cohesión. Expresan relaciones lógico-temporales, lógico-causales, de condición,
de concesión, de finalidad, de restricción, de ubicación, de orden, de
progresión…
porque, ya que, puesto que, debido a que, a raíz de,
por eso, de ahí, por esta causa, por lo dicho, para, con el objetivo de, a
efectos de, añadamos a esto, y/e, más tarde, mientras, cuando, en tanto, si,
siempre que, con la condición de que, sin embargo, empero, así, de la manera
como, en cambio, lo que quiere decir, 
primer lugar, en segundo lugar, anteriormente, en conclusión,
sintetizando, resaltemos que, incluso, aun …
·       
Sintaxis 
Cada oración del
texto está limitada por aquella que la precede y, al mismo tiempo, debe estar
ligada a ella. La ligadura se expresa en la superficie por medio de conectores,
pronombres y artículos definidos.  
Mediante la
planificación oracional, el escritor dispone del orden sintáctico que mejor se
adecue al contenido semántica, al género discursivo, al efecto que desea
lograr.
En el código escrito
se usan estructuras más complejas, lo que hace necesario el uso de
proposiciones subordinadas y, en consecuencia, un mayor cntrol sobre del nivel
lógico-semántico. En cuanto al uso de los tiempos verbales, el régimen de
correlación temporal, indica de qué manera se deben relacionar los de la
proposición principal con los de la subordinada.
Fuentes: Alcira Bas,
Irene Klein, Liliana Lotito, Teresita Vernino, Escribir:apuntes sobre una práctica
Teum Van Dijk, La ciencia del texto, Buenos Aires,
Hachette, 1998.
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